Yo estoy muy enganchado al Arkham Horror: el juego de cartas.
Tú como investigador, tienes un personaje, con ciertos valores en 4 habilidades (voluntad, intelecto, constitución y agilidad), aparte de algún rasgo concreto, específico tuyo, y perteneces a una clase de las cinco que hay: guardián, rebelde, místico, buscador y superviviente.
En el juego construyes un mazo, con ciertas limitaciones respecto al número y el tipo de cartas, que además incluye un par de cartas de debilidad. De ahí irás robando cartas que contienen apoyos, aliados, objetos, habilidades, que te ayudarán a que avance tu mazo de plan —lo que investigas. Tienes recursos con los que ponerlas en juego, según su coste. Los personajes —es cooperativo de hasta cuatro jugadores— se mueven de localización en localización, consiguen pistas, realizan acciones, consiguen aliados u objetos con el fin de hacer avanzar el Plan.
Aparte, hay un mazo de Acto —el avance del mal— y otro de eventos —bichos y cositas malas. La mayor parte de las veces te obligarán a que superes ciertas pruebas de habilidad. Por ejemplo, que la puerta está bloqueada y para salir debes romperla (prueba de constitución) o forzar la cerradura (prueba de agilidad). O se te enfrenta un Gul y debes derrotarle o esquivarl. O el miedo te sobrecoge y debes superar una prueba de voluntad para poder hacer acciones...
Es muy narrativo. Hay campañas, de momento 8 editadas, que tienen una historia dividida en unos 8 escenarios —menos la primera, que solo tiene tres— que recorres con tu grupo, cada uno con el mazo que se ha construido. Tu investigador puede morir, o volverse loco, sufrir traumas físicos o mentales entre escenarios. La historia avanza, trayendo nuevos elementos según el resultado de tus escenarios anteriores. Los personajes además adquieren experiencia y pueden mejorar su mazo. La resolución puede ser un desastre o puede ser un éxito.
¿Qué me tiene tan enamorado del juego?
- La construcción de mazos. El metajuego. Las posibilidades son tremendas. Elige un investigador, con debilidades y fortalezas y capacidades. Elige después del montón de cartas disponibles para él, limitadas por su clase, nivel, o específicas del personaje —por ejemplo, puede que puedas incluir cartas tipo Hechizo u Reliquia, que son rasgos de algunas. Elige en función de la historia. Elige sabiendo que después podrás mejorar el mazo, según la experiencia que adquieras en campaña. Un no parar.
- Las historias:Los diseñadores han hecho un trabajo asombroso. Utilizan los elementos del juego como mecánica y los retuercen para que los efectos sobre la historia se reflejen sobre el juego. Perderte en un bosque, explorar un edificio que se está anegando, enemigos que engullen tus armas, o tan inmensos que atacan a todos los investigadores a la vez, explorar edificios que se están anegando, tener que moverte siguiendo el sentido de un desfile... Es infinito lo que han hecho.
- La rejugabilidad. Aunque las historias sean las mismas, estas pueden llegar a ser tan complejas y tener tantos posibles resultados que jugarlas una y otra vez te lleva a narraciones muy distintas. Si además tienes en cuenta que tu mazo puede ser distinto, o tu investigador, o las manos que robas en cada turno, o las acciones que haces, la narrativa también se multiplica. De hecho, disfruto mucho más cuando rejuego porque mi personaje y su mazo van mejor preparados para lo que viene.
¿Y qué tiene de malo?
- Se hace muy caro si te metes de lleno. La caja base te cuesta 60€ y no da tantas posibilidades. Necesitas comprar un par de ciclos completos para empezar a verle el jugo a la construcción de mazos. Han cambiado la forma de editarlo, y ahora te compras por un lado las cartas de jugador y por otro, las de campaña. Mejora, pero sale por unos 120€, quizá algo menos, cada campaña.
- Exige compromiso. Es decir, alguien con ganas de dejarse la panoja y el tiempo. Aunque se puede jugar en solitario por eso de ser un cooperativo, yo no lo disfruto si no es en compañía. De hecho la primera edición salió por el 2016 y yo he empezado a jugarlo a saco ahora que he encontrado con quien.
- Es exigente. No puedes llegar de forma casual, sin más. Aunque las reglas no son especialmente complejas, sí que puede abrumar todas las opciones que hay en mesa cuando la partida avanza. Tienes que tener en cuenta los efectos de las cartas que hay expuestas, cómo interactúan entre ellas y el resto de elementos del escenario. Ahora decide, con todo a la vista, y el texto de las cartas de tu mano qué hacer. Es muy normal cometer errores con las reglas las primeras partidas.
Por resumir, es un juego que da mucho. Narrativa e intelectualmente. Exige, y da. Jugar algunas de las campañas es una experiencia que no he encontrado en ningún otro juego narrativo. El sistema es lo bastante complejo y abierto y consistente como para representar un desafío y una base para contar buenas historias.