En Poniland siempre ha habido tradición (no digo que sea exclusiva de aquí, pero sí que pegaba muy fuerte) de esmorzar de forquilla, esto es, desayunos fuertecitos de primera hora hasta media mañana a base de callos/cap i pota, legumbres, fricandó, tortillazas o bien de butis. Por suerte hay bastantes sitios ahora que van por esa línea, aunque no tantos como brunch de las narices. En el Eixample Dreta, distrito expat donde los haya, son una auténtica plaga. La otra plaga son las franquicias de cafeterías-panaderías de pésimo café y pésima bollería. Así que encontrar un sitio medio decente es complicao, sí.