@crispi, ereh una profesionah de la hostelería!
Yo he tenido circo matutino. Por causas que no vienen al caso, empezaba una chica hoy. En la entrevista guay, maja y todo muy guay. Pues recién debió tomarse la medicación porque está mañana... Que circo. La tía no paraba de quedarse con la mirada perdida y soltar frases que no venían a cuento: la ropa me molesta, en mi casa somos 12 y un periquito, cuando llueve me pongo nerviosa... Luego, a eso de las 11 empezó a decir que tenía mucha prisa porque quería irse a las marchas de la dignidad, que a ella le gustaba caminar y sí encima podía ayudar a la inmigración mejor. A la 1, cuando le tocaba salir, se cambió de ropa y se sentó en la barra. Se pidió un vaso de leche y unas gambas al ajillo. Empezó a llorar porque los inmigrantes lo pasaban muy mal, y como ella lo era, lloraba por sus hermanos emigrados. Terminó de comer, salió a fumar y entró con el cigarro encendido hasta el fondo. Le dijeron que no podía fumar y sorprendida preguntó por qué. Se le informó de que lo prohíbe la ley y se le desencajó la cara. Estuvo hasta las 3 de la tarde sentada en la barra y resoplando porque no se podía creer que los pobres inmigrantes no pudieran fumar en ninguna parte, ni siquiera en un bar. Luego salió a la calle, se sentó en las escaleras de la boca del metro y a la media hora se fue.
Acto seguido la llamé para que no volviese. Miedito.