Cuando te creas una barrera y te acostumbras a ella, cuando finges mucho tiempo ser quien no eres, cuesta mucho darle un giro a tu vida. Quizás escudados en la comodidad y tranquilidad del día a día, y por miedo a que no nos acepten como somos, no hacemos nada. Pero, una vez das pequeños pasos, vas viendo que es el camino correcto. Yo te comprendo porque a día de hoy aún me queda recorrido para mostrarme tal y como soy a todo el mundo, pero de los pasos que he dado no tengo arrepentimiento alguno. Soy mucho más feliz ahora que hace 4 años.
Muchos ánimos.