Y luego os separastéis. Tú fuiste a Cristina Rota y ella a Corazza, ahí empezó a deteriorarse vuestra relación; Tú te fuiste por el camino de la noche y los hombres, y ella por el de las tiendas vintage y los mojitos. Tú ibas a tomarte la última al Boyberry y ella a Calle Ponzano. Tú comías techo y ella tardaba dos horas en hacerle una foto a sus huevos benedict con salmón y se los comía fríos. A ti los huevos siempre te han gustado calientes, ¡qué le ibas a hacer!