Ayer tuvimos por aquí un día muy desagradable, frío, lluvia y viento. Como vivo casi en el campo, apareció un malviz en mi terraza, mojada, agotada.
Ayer ni comía ni bebía por su cuenta. Compramos lombrices y se las dimos de comer a la fuerza. Y agua con una jeringuilla.
Hoy ya come y bebe ella solita, así que en un par de días la devolveremos al campo. Mi gata de momento no se ha percatado de su existencia.