Ayer me levanté cansadísimo después de haber soñado que estaba en una especie de excursión de colegio pero con adultos. Estábamos visitando un castillo y llegamos a una sala dónde había una cruz y se veían dos brazos que atravesaban la pared, uno en cada extremo horizontal de la cruz. Entonces dos compañeras mías del trabajo, que estaban en el grupo, abrieron la puerta que comunicaba con la otra habitación y empezaron a gritar de horror. Había un hombre con aspecto de Cristo cruzificado o cruzificándose a sí mismo, esas cosas que en los sueños no quedan muy claras. A mí todo eso me daba mala espina y decidía salir corriendo del castillo, pero el hombre de la cruz empezó descruzificarse y a perseguirme. Al salir del castillo el Cristo de golpe era un señor bajito, calvo, con voz graciosa, que no podía correr mucho, que iba armado con una pistola pero tenía una puntería nefasta. Cada vez me iba alejando más y él empezó a decir "No te puedes escapar porque hoy los bancos están cerrados". Yo seguí corriendo, me convertí en mujer y llegué a un barrio de extraradio, al lado del cual había una montaña en la cima de la cual estaba mi casa. Subí hasta arriba por un camino muy pendiente, pero de repente estaba otra vez abajo. Allí había una niña que quería que le llevara a cuestas hasta arriba. Ahora volvía a ser hombre, la cogía y la llevaba hasta arriba, esta vez haciendo escalada y todo. Al llegar arriba contemplaba el paisaje y ya está. Nada más que yo recuerde.