y, por si no entiendes ingles, te lo traduzco:
Cuando eres pequeño, se te pregunta esta pregunta en particular constantemente, y la verdad, llega a ser molesto:
¿Qué quieres ser cuando seas mayor?
Los adultos esperan respuestas como “quiero ser astronauta” o “quiero ser cirujano”. Habláis desde vuestra imaginación. Es más probable que un niño responda con Skater profesional, o surfista o jugador del Mindcraft. Le pregunté a mi hermano pequeño y respondió “¿En serio, tio? Tengo 10 años, no tengo ni idea. Probablemente esquiador profesional. Vamos a por helado”.
¿Veis? Nosotros los niños vamos a responder con algo con lo que estemos obsesionados, algo que pensemos que es guay; algo con lo que tenemos experiencia. Y eso suele ser lo contrario de lo que los adultos queréis oír.
Pero si le preguntas a un niño pequeño, a veces te dan la mejor respuesta. Tan simple, tan obvio y tan profundo. Cuando crezca, quiero ser feliz.
Para mí, cuando crezca, quiero seguir siendo feliz, como lo soy ahora. Estoy obsesionado con Tedx. Quiero decir, he estado viendo videos de Ted desde que tengo uso de razón, pero nunca pensé que estaría en este escenario con vosotros tan pronto.
Quiero decir, me he convertido en un adolescente, y como la mayoría de los adolescentes me paso la mayoría del tiempo preguntándome ¿cómo se ensucia mi habitación por sí sola? ¿Me he duchado hoy? Y la más desconcertante de todas: ¿Cómo hago para gustarle a las chicas?
Hay signos para decir que el cerebro adolescente es bastante raro, nuestro córtex prefrontal está subdesarrollado, pero tenemos más neuronas que los adultos. Por eso somos tan creativos, e impulsivos, malhumorados y desanimados. Pero lo que me desanima (me entristece) es que muchos niños hoy en día están deseando ser felices, estar sanos, a salvo y no ser maltratados y ser amados por lo que son.
Así que creo que cuando un adulto te pregunta qué quieres ser de mayor, dan por hecho que automáticamente serás feliz y sano. Pero quizás ese no sea el caso.
Ve a la escuela, ve a la universidad, consigue un trabajo, cásate ¡BOOM! Y entonces serás feliz, ¿verdad?
No parece que aprender cómo ser feliz y estar sano sea una prioridad en las escuelas en la actualidad. Es algo aparte. Y para algunos niños, no existe en absoluto.
Pero, ¿qué pasaría si no lo separásemos y basásemos nuestra educación en el estudio y práctica de ser feliz y estar sano? Porque eso es lo que es, práctica, y bastante sencilla.
La educación es importante, pero porqué el estar sano y feliz no se considera educación, no lo entiendo.
He estado estudiando la ciencia de ser feliz y sano. Todo se resume a la práctica de estas ocho cosas: Ejercicio, dieta y nutrición, tiempo en la naturaleza, contribución y servicios a otros, relaciones, entretenimiento, gestión del estrés y la relajación, e implicación religiosa y espiritual.
Estas ocho cosas vienen del Dr. Roger Walsh. Él los llama cambios del estilo de vida terapéuticos, o TLC. Es un científico que estudia cómo ser feliz y sano.
Mientras me informaba, tuve la oportunidad de preguntarle un par de preguntas como ¿crees que las escuelas de hoy en día dan prioridad a la TLC? Su respuesta no me sorprendió, y fue básicamente ‘no’. Pero sí que dijo que algunos intentan traer este tipo de educación fuera del campo tradicional. A través de la lectura, y prácticas como el yoga o la meditación. Pero la que pensé que fue su mejor respuesta fue que la mayoría de la educación está orientada para bien o para mal, en ganarse la vida, en vez de en tener (hacer) una vida.
En 2006 Sir Ken Robinson dio el discurso ‘Ted’ más famoso de todos los tiempos: Las escuelas matan la creatividad. Su mensaje es que la creatividad es tan importante como la alfabetización. Y las deberíamos tratar con el mismo estatus.
Muchos padres vieron el video. Algunos padres como los míos lo tomaron como la razón que les hizo tener confianza en sacar a sus hijos de la escuela tradicional, en probar algo diferente.
Me doy cuenta de que soy parte de una pequeña, pero creciente, revolución de niños que tratan la educación de manera diferente, ¿Y sabéis qué? Esto pone nerviosa a mucha gente.
Aunque solo tenía nueve años cuando mis padres me sacaron del sistema escolar, aún recuerdo a mi madre llorando cuando algunos de sus amigos le decían que estaba loca y que era una idea estúpida.
Mirando hacia atrás, le agradezco que no se venciera ante la presión de sus compañeros, y creo que ella también se alegra.
De los 200 millones de personas que vieron el video de Sir Ken Robinson, ¿por qué no hay más niños como yo?
Shane Mcconkey es mi héroe. Lo amo porque era el mejor esquiador del mundo. Pero un día me di cuenta de que lo que realmente me gustaba de él, es que era un hacker. No un hacker de ordenadores, sino esquiando. Su creatividad e invenciones hicieron del esquí lo que es hoy, y porqué me encanta esquiar.
Mucha gente piensa que lo hackers son unos frikis empollones de los ordenadores que viven en el sótano de sus padres y propagan virus a los ordenadores. Pero yo no los veo de esa manera. Los hackers son innovadores. Los hackers son personas que desafían y cambian el sistema, para hacerlo más diferente, hacerlo mejor. Es su manera de pensar, es un tipo de mentalidad. Estoy creciendo en un mundo que necesita de más gente con la mentalidad de hacker. Y no solo en tecnología. Todo se puede hackear. Incluso el esquí, o la educación. Así que ya sea Steve Jobs, Mark Zuckeberg o Shane Mcconkey, tener la mentalidad de un hacker puede cambiar el mundo.
Felicidad, salud, creatividad, forman una gran parte de lo que yo llamo mi educación hacker. No uso ningún curriculum de nadie en particular. No estoy ligado al enfoque de nadie en en concreto. Yo hackeo mi educación. Me aprovecho de las oportunidades que me ofrece mi comunidad y a través de la red de amigos y familiares. Me aprovecho de las oportunidades para experimentar lo que estoy aprendiendo. Y no me da miedo buscar atajos –o hacks- para conseguir un resultado más rápido y mejor. Es como un remix o mezcla de aprendizaje. Flexible, oportunista, y nunca pierde de su punto de vista hacer de la salud, felicidad y creatividad su prioridad.
Y aquí está la parte ‘guay’. Porque es un tipo de mentalidad y no un sistema, el aprendizaje hacker puede ser usado por cualquiera, incluso por escuelas tradicionales.