El insecto es bastante pasivo, no es capaz de saltar o correr deprisa, por lo que la transmisión solo se puede producir por contacto directo. La vía de transmisión más frecuente es la sexual, ya que se produce roce íntimo piel con piel que permite que el insecto se agarre al vello de una nueva persona. Raramente puede transmitirse por compartir ropa, toallas, etc.
Fuera de la piel humana puede sobrevivir apenas 3-4 días. Infectan al ser humano sólo cuando han alcanzado su fase adulta, y al llegar al vello implantan huevos que permanecen en forma de liendre hasta una semana y después eclosionan liberando ninfas que tardan en madurar otra semana más.