Acabo de ver el vídeo y escuchar la canción.
Estoy flipado y encantado.
Ojalá venga Jamie XX y le saque punta a la carga de desesperanza que tiene la canción. Es como una resaca fuerte, de esas en las que ves la casa y la vida, pegajosas e innecesarias. Cuando lo absurdo de vivir se ha impuesto. El vídeo, sucio y obvio, es visualmente el complemento perfecto.
Mis dies.