Me encuentro con un caso de un examigo (creo que ya puedo llamarlo así) que ve más fácil enrolarse en causas altruistas y de gran envergadura, que manejar sus relaciones 1on1. Vamos, que evita la confrontación directa, pero no le importa meterse en fregados de altas aspiraciones sociales.
Lo que me jode en realidad es que es una forma de verse bueno y mártir, mientras que para los problemas de relacionarse con otros, los conflictos, sale huyendo.