Pues sí, al final es todo una mentira. Sólo que te vas metiendo poco a poco y cuando te das cuenta todo tu mundo gira entorno a esa persona. Una vez que estás dentro piensas que es la oportunidad de tu vida, que no habrá otra igual y que las anteriores no eran lo mismo, te lo repites tantas veces que te lo acabas creyendo. Luego las cosas no salen bien y te golpeas todos los días y maldices tu mala suerte. En el momento que tratas de pasar página tu mente se niega y tu cuerpo también. Parece que nunca podrás vivir de nuevo.
Al final la costumbre te cura las heridas y verla va doliendo cada vez menos.
Yo no estoy sano todavía pero creo que cada vez estoy más cerca del final y eso es bien.