No quiero tus bexitus, me dan asco. Ni pobrecito ni hostias, yo no os trato así porque sea una víctima, ya dejé de serlo hace tiempo. Os trato así porque lo merecéis. Y lo hago a propósito, porque me he cansado de que me piséis. En realidad tampoco es que esté enfadado con nadie, sólo me apetece hacer justicia.