Pues nada, lo mío tampoco tiene mucha chicha. Rubia, 30 años, de Toledo, financiera de una empresa relativamente grande, deja mucho mucho pelo por las mañanas en la cama y el baño.
La conocí atendiendo a una chica que se despeñó por las escaleras del Mercado de Vallehermoso y se abrió la cabeza, en plan llamando a la ambulancia etc... no sé que más contar más allá de que soy un desastre en las relaciones y que mejor ponerlo ahora por si la semana que viene ya nada