Entramos a cuenta gotas por el ascensor de Vora, que es una caja de cerillas.
Yo entré de los últimos y dije hola! Entrando por la puerta, como me enseñó mi mamá a saludar y paso el umbral y me encuentro a las liheras apiñadas en la cocina y a 8 pencas o así paradas en la cocina y todos buahhhh
Lo que viene siendo una chusta por vuestra parte.