@Gilamonster, primero que todo, hazte con un teclado que tenga comas y puntos y esas cosas. Y tecla de mayúsculas, que da ansiedad leerte.
(Que @Kilgore me perdone por lo que viene ahora.)
Segundo, vamos a distinguir entre agresiones que son instrumentales, de otras cuyo único fin es la agresión. Es lo que te ha explicado @Kilgore, una cosa es que te agredan para conseguir algo - robarte, quitarte de enmedio para un mejor lugar desde donde ver a Lady Gaga... - y otra que te agredan porque tienes un rasgo que al otro simplemente no le gusta.
En los segundos puede haber una componente de odio, y eso es indeseable desde el punto de vista social. De ahí, supongo, que esté penado especialmente por la ley.
Estarás conmigo en que son dos luchas distintas. Una, contra el delito de odio, y otra contra el delito para el que la agresión es instrumento. No creo tampoco que la línea que los separa sea clara en algunos casos, también te digo. Pero podemos pensar en que esa separación en algunos casos se da.
Volviendo al chaval al que sus padres le dan una paliza por maricón, obvio que es afortunado por vivir en España, que ha protegido su integridad por encima de otras consideraciones que en otros lugares quizá hubieran prevalecido. Con lo que estarás conmigo es que hay un elemento, el odio hacia su condición que también está ahí, y ahora, en España. Y ese elemento aún está por erradicar. Que quizá no se acabe por erradicar nunca, es posible - de hecho, creo que es algo inherente a la naturaleza humana odiar para distinguirse, pero es otro cantar -, sin embargo es competencia de la sociedad, y del estado, hacer cuanto esté en su mano para acercarse a ese ideal.