Es que hay que ser miserable. Si no he entendido mal, el tal Scott le ofreció a Taylor no la oportunidad de comprar los derechos sobre su música pasada, sino la de permitirle comprar un disco antiguo por cada nuevo que fuera sacando. Pero se ve que con Scooter, que tiene pinta de ser la peste, no le importó hacer negocios de tú a tú.