El problema no es el qué, si no el para qué. Por ser feminista no hay que renunciar a usar falda; sino que por el hecho de llevar falda no te consideren inferior.
Personalmente también tengo mis reticencias con Femen; pero me quedo con el uso de sus cuerpos como arma reivindicativa. De hecho gracias a eso se las conoce y sacan en todos lados... y eso visibiliza sus reivindicaciones.