De verdad qué, que se junten como quieran y cuando quieran, no me opongo ni creo que deba decidirlo yo. Me parece una triste decisión. Libre y triste. No arregla nada, ni abre nuevos caminos para solucionar el problema... Es como los bares gays con mirilla en la entrada. Espacios seguros. Búnkeres.
Y tengo claro que quien se hace el búnker no es el causante del problema. Sólo digo que no forma parte tampoco de la solución.