¿Y cómo restauraría esa web el honor de un hombre al que, por ejemplo, le han marcado como putero por una cuestión de venganza personal sin ser cierto?
¿Es ético tener una lista de Schindler de puteros?
Me recuerda a la app esa horrorosa llamada Secrets, en donde al principio todo era muy divertido hasta que se empezó a revelar desde el anonimato enfermedades de transmisión sexual de las personas y alguno se llegó a suicidar.