Tampoco creo que sea cuestión de ir o no a trabajar y/o joder más o menos al prójimo. El Orgullo, salvando todas las distancias, no se plantea como huelga sino como reivindicación. Quizás el 8M debería plantearse igual, incluso con su parte festiva si hace falta. Esa es la parte esencial del día, que no debería diluirse entre tanto purplewashing y que definitivamente no debería perderse en datos sobre si ha habido mucho o poco seguimiento.