Una vez, aprovechando que estaban pintando el patio interior quisimos poner las cuerdas para tender y quedamos con los albañiles el sábado por la mañana. Viendo que no venía nadie hablamos con un albañil que estaba en el otro patio y le pedimos que llamara a su jefe para preguntarle que pasaba, no llamo delante de nosotros pero nos dijo que venía de camino. Nosotros como dos pasmarote allí esperando a que viniera el tío y a la hora le volvimos a insistir y yo le pedí el teléfono para llamarlo directamente: el hijo de puta estaba en un pueblo y no iba venir en toda la mañana