He estado escuchando otra vez el primer disco y creo que tenía una idea demasiado idealizada sobre él. The Wilhelm Scream y I Never Learnt to Share son enormes, pero el resto es un poco irregular, y a veces hasta aburrido. El segundo, aunque de momento sólo Retrograde me parece enorme, mantiene un mejor nivel a lo largo de todo el disco. Overgrown y To the Last apuntan a growers de los grandes, a ver.