Bueno... siempre hay bajas en todas las pandillas por cosas así... y siempre son dolorosas. aunque reconozco que soy bastante de resetear las relaciones cuando me defraudan, y una vez que salen de mi vida, ni sufro, ni lo echo de menos. Si vuelven, pues guay, pero me la suda un poco.
Lo bueno de eso es que hay alguna gente que va y viene dentro de la pandilla y como si nada (no a todos nos pasa lo mismo, eso sí...). Es como con la familia, te puedes tirar meses sin hablar con ellos ni verlos, y cuando hablas es como si los hubieses visto ayer mismo y tan panchos.