Hoy vengo con un programa doble. Una de cal y otra de arena.
Por favor, fingid sorpresa de que yo os traiga esta clase de pelis. Gracias.
Ernesto (algunos le reconoceréis de la serie de Netflix Curon) es un twink italiano que tiene relaciones con chicas y chicos. Poco más puedo decir, porque no hay progresión dramática, arco del personaje ni nada que se la parezca. Es una cinta amateur que parece que la rodaron simplemente porque tenían una cámara a mano y venga va, pues le damos a grabar. Muchas escenas no tienen siquiera sonido o está doblado de aquella manera (seguramente por problemas para registrar el sonido ambiente) y las que lo tienen desearías que fueran también mudas, porque entre minutos y minutos de metraje vacío de repente te meten con calzador algún diálogo de intensito con ínfulas (citas a La Divina Comedia, cosas como que leer a Pasolini les provoca una erección o cómo "ser comunista conlleva amar comunista") que mis ojos daban vueltas en Marujita style. Podría entenderse como un documento irónico sobre la edad del pavo, pero me temo que no hay ironía en la propuesta.
Finalmente, después de hora y cuarto aparecen los créditos y los directores se la han dedicado a Agnès Varda. Con dos cojones.
Sequin es un twink australiano que vive por y para las apps de ligue y el sexo anónimo, vestido siempre con un crop top de lentejuelas ~~que lávalo de una vez guarro~~ a modo de armadura. Una noche en una orgía clandestina, la Blue Room del título, le ocurre aquello de once you go black you never go back_ y a partir de ahí la película se torna un thriller de obsesiones que no siempre tiene mucho sentido pero entretiene todo el rato. Tuvo buenas críticas y es que es una peli con buena factura y que consigue mantenerse siempre en esa línea entre lo morboso y lo intrigante.