Lo de maricones de localidades pequeñas que emigran a la gran ciudad es una realidad. Pero es que los heteros también lo hacen.
Es como lo de la promiscuidad y comer rabos en las calle o bosques, que parece cosa mariquitingui y no es así. O lo de salir a la calle disfrazado de mamarracha (¿carnavales?). O lo de tener que cumplir un estereotipo (si eres hetero te tiene que gustar el fútbol o los deportes).
La sexualidad gay/hetero/bi/ etc... no es tan diferente ni quizá sea lo que más condicione nuestra vida.