También me he visto el documental este finde. MJ perdió su infancia y por eso se comportaba como una niño de 9 años que buscaba tener amiguitos de 9 años. Hasta ahí todo raro pero aceptable. El problema es que quería compartir cama con sus amiguitos de 9 años, como si fuera una eterna fiesta del pijama. Y él, por muy infantiloide que pudiera ser y mucho trenecito y parque temático que se construyera en Neverland, no dejaba de ser un adulto con una líbido de 30 años.
Si nos creemos el documental, se pasó al menos desde 1987 hasta 2003 durmiendo 365 días al año con niños, y cuando se cansaba de uno se encaprichaba de uno nuevo. Incluso después del escándalo de 1993 siguió haciéndolo, porque era algo compulsivo. Quizá solo llegó a ducharse desnudo o masturbarse delante de ellos, quizá solo les enseñó pornografía como puedan hacerlo unos colegas de 12 años que pillan una revista guarra, o quizá fuera bastante más que eso. Ni idea. Pero cualquiera de esas cosas ya es abuso de un menor.
En cuanto a los abusados y sus familias me han parecido unos jetas. Mientras vivía Jacko callaban, consentían y testificaban a su favor en los juicios. Mientras tanto recibían regalos como una casa, un coche, o les ayudaba en sus carreras profesionales (a uno le financiaba sus pinitos como cineasta y el otro casualmente llegó a ser coreógrafo de Justin Timberlake y Britney Spears, algo a lo que posiblemente ayudó el hecho de ser amigo íntimo de Michael Jackson, digo yo). Una vez muerto MJ, cuando ya no podían sacarle ningún beneficio, entonces es cuando convenientemente recuerdan haber sido abusados 25 años atrás y deciden acudir a los programas de televisión e interponer una demanda millonaria. Uno de ellos después de haber testificado hasta en dos ocasiones que MJ no le había hecho nada (1993 y 2003, ya con 21 años y viendo que la historia de sus abusos se estaba repitiendo con otros niños). Me parece muy francamente.