Ayer mi hermana venía de Málaga en ave y a un hombre en su vagón le empezó a dar un infarto. El tren al parecer no puede parar aunque pase por estaciones, y no había médico ni desfibrilador en el ave. Dos enfermeros que había entre los pasajeros lo asistieron como pudieron, el hombre estaba inconsciente, vomitando y meándose encima. Avisaron para que una ambulancia esperase en Atocha y al llegar a Madrid no había nadie esperando. De las dos horas y media que dura el viaje, más de una hora estuvo el hombre inconsciente en el suelo.
EL
PEOR
VIAJE
DE
LA
HISTORIA