Cada vez me está pareciendo más mema. Uno puede cometer un error, como el que le llevó a la multa con Hacienda. Antes de considerar la opción de vender o malvender su casa en Marruecos, y sin ser muy consciente de dónde se metÃa, de cuáles son las reglas del juego, se mete en el "dinero fácil". Mucho repite lo que le pagaban más por una semana ahÃ, que por trabajar un año en su último libro. Igual es que tiene ojos de urraca y la visión de ese dinerito le ha cortocircuitado el raciocinio, porque la tÃa decide meterse en el fregado, segundo error.
Una vez que entra, se empieza a ver observada, juzgada, violentada... su precaria estabalidad emocional, ahora carente del coro de admiradores que le dicen lo bien que lo hace todo, desvela la LucÃa frágil que es sin ellos. Como he leÃdo por el focoforo, una vez que te metes en la mierda, ésta no se sublima para estar a tu altura, querida, sino que sigue siendo mierda. ¿Tan lerda eres para pensar otra cosa? ¿Dónde has vivido tú? De golpe se vuelve la protagonista, en mayúsculas, del show, y los directivos del programa ni de coña la van a dejar ir con la que está liando. Si quiere largarse, que sea por propia voluntad y pagando la multa.
El error se va haciendo bola, y no tiene más remedio que acudir a una entrevista, recién venida de una crisis de ansiedad. Aguanta unos primeros envites medianamente bien, conservando una buena altura de vuelo, pero de nuevo su armazón de cristal se quiebra y vuelve a hundirse en la miseria.
Ahora escribe sobre la caja de Pandora, de que tiene la llave y que eso le da ¿poder? Habla de nosotras, que no somos como las demás.
LucÃa, querida, conociéndote como te conoces, eres muy lerda. Porque con tus dos carreras, tu doctorado, tus premios, sigues yendo a meter el palo en el avispero.