Uy, tengo historias para dar y regalar yo en éste hilo.
1. Compartí piso con un amigo que en la adolescencia era mi mejor amigo. Al principio genial, pero con el tiempo se le fue de las manos el tema porros y llegaba violento al piso, se dejaba la puerta de la entrada abierta toda la noche, durante unas navidades se dejó una semana el horno encendido, etc. cada noche se bebía una botella de vino él sólo, sin compañía de nadie. Llegué a tener miedo, a llorar cada Domingo porque no quería volver al piso. Con las otras compañeras, llegamos a cotiellarle la habitación para encontrar explicación a tal comportamiento ( si, si, muy mal hecho y bla bla bla ) y encontramos una libreta ( si, la leímos. Si, muy mal hecho y bla bla bla ) y tenía escritos en plan mierda de sociedad, todos damos asco, etc. Muy chungo. Al final hablamos con sus padres y dejó el piso, y estuvo de retiro espiritual en el pueblo.
2. Convivimos con una chica que cuando se instaló tuvo 1 semana toda su ropa tirada en el salón. Entre las cuales una compresa abierta pegada al sofá. Siempre nos encontrabamos los calzoncillos del novio en el cuarto de baño.
3. Estuve viviendo con una chica de mi pueblo, la cual era/es mentirosa compulsiva, pero con cosas que sabes de cajón que son trola. Te empieza a contar que si se lió con tal jugador de basquet y mierdas varias. Llevaba 4 días a la semana seguidos la misma ropa, el mismo conjunto de ropa.
4. La última con la que estuve viivendo, bipolar a tope. Era conocida de mi hermana, y cuando yo buscaba le comenté si quería que nos fuesemos juntas y genial. Al principio muy bien, cada una hacía su vida pero de vez en cuando nos juntabamos para ir a tomar algo con sus amigas. De la noche a la mañana, le molestaba todo lo que hacía. En cambio con la otra compañera genial, se lo pasaba pipa la tía. Le comenté un día si había hecho algo para molestarla y me dijo que si era una egocéntrica que pensaba que todo iba conmigo ( ?¿ ). Llegó a ignorarme en el piso de tal manera que me trataba como a una pared, estar las dos un fin de semana en el piso, yo en el sofá, y ella pasar por delante varias veces sin mirarme ni dirigirme la palabra. Otros días en cambio, venía y me empezaba a contar sus historias como si fuesemos bbf.
TDS LCS.
pd. Perdón por el tostón.