Durante su permanencia en la cárcel, ha comenzado una serie de rutinas entre las que destaca la lectura, habiendo finalizado hasta setenta libros desde su entrada. Del mismo modo, plasmará en su manuscrito todo el proceso que se ha sucedido de forma posterior y la forma en la que ha transcurrido su vida en prisión, donde también ha adoptado otras disciplinas como el yoga, el muay thai y la meditación.
El talego es lo mejor que le podría haber pasado