Otro dÃa de escuela, estaba cansado y solo querÃa ir a casa. En el camión mi atención se centró en un hombre robusto que estaba sentado hasta el fondo, caminé para acercarme un poco más, para mi suerte el transporte estaba lleno y tuve que ir parado, asà pude contemplarlo mejor.
Era el tipo de hombre que protagonizan mis fantasÃas, calculo unos 1,90 de estatura y 30 años, tenÃa la cabeza grande y la mandÃbula cuadrada, su cabello era obscuro, corto y ligeramente rizado, piel bronceada y labios carnosos, pero lo mejor era su barba medio larga, negra y tupida que le cubrÃa medio rostro y unos magnÃficos ojos verdes de mirada perturbadora.
De inmediato mi mente comenzó a trabajar, lo imaginaba pasando esas enormes manos sobre mi espalda, sus fuertes brazos apretándome contra ese cuerpo grande peludo y sudoroso. Tan solo de imaginar esa barba pasando por todo mi cuerpo empecé a sentir una erección, traté de ponerme la mochila enfrente para que no se notara. Cuando me acerqué más vi un considerable bulto de entre sus piernas, el pantalón de mezclilla que llevaba me estaba lastimando.
El asiento que estaba a su lado se desocupó y yo no podÃa perder tiempo, estaba a punto de llegar a mi casa. Rápidamente me senté, arranqué un trozo de hoja en el que habÃa apuntado mi número y se lo di. Seguro es hetero, pensé, mientras me lanzaba una mirada intimidante y yo pasaba los minutos más incómodos de mi vida.
Son casi las 4 de la madrugada y tengo una notificación del whatsapp, la foto perfil es ojo un verde...