Una vez me fui a recostar en la cama de una amiga y resulta que tenía la costumbre de guardar el vibrador dentro de la funda de almohada. El momento "uy, me he dado con algo en la cabeza" me pareció muy gracioso, la verdad. Vamos, que yo diría que lo hables con naturalidad (o no digas nada si no sacan el tema y ya está).