Hace (muchos) años mi padre me llevó a la casa de una amiga en coche por la tarde. Era verano y hacÃa un terrá terral del copón, e Ãbamos en el coche con aire acondicionado. Cuando llegamos, al bajar del coche, por la diferencia de temperatura, las gafas se empañaron ipso facto de una forma nunca antes vista, yo no comprendÃa bien qué acababa de ocurir y por qué de pronto era ciego vaporizado. Enesesastomomento, oigo una voz preguntando dónde estaba el colegio. Obveo que no tenÃa ni idea dónde estaba porque no era mi barrio, pero yo no sabÃa dónde venÃa la voz porque era ciego. Estuve dando vueltas buscando al hombrecillo, hasta que se me ocurrió quitarme las gafas y localizarlo. Para entonces, el hombre ya se estaba yendo y habrÃa flipado con la estampa. Mientras, mi padre descojonado dentro del coche. Ãsa es mi historia, Patricia. #testimoniogafas