Dormido y reposado, vengo a comentar mis impresiones.
A título general, diré que me parece una buena serie. Por supuesto que no sé si la mejor del año, pero sí una con muchas pretensiones ya que el tema no es fácil de abordar. Hablar de creencias de toda índole es complicado y más, sin caer en la ridiculización. Pero en eso los Javis son listos y no juzgan la creencia en sí, pero sí, su modo de sentirlo, en este caso, desde el extremismo combinado con la demencia.
Respecto a las interpretaciones, la campanada la dan l@s niñ@s, tanto el Enric y la Irene de la primera etapa, como todo el conjunto de herman@s de la segunda. Creo que es donde hay más verdad de toda la serie. También funcionan en el capítulo 6, como un engranaje y como un indicador de cómo sobrevive cada un@ de ell@s habiéndose criado en la misma situación.
De las tres Montserrat, la más lograda para mí, y más difícil de interpretar, es la primera, con Ana Rujas. Lola Dueñas y Carmen Machi lo hacen muy bien, pero creo que abordar al personaje desde su fase más joven es más fácil que hacerlo desde su edad más adulta.
Respecto a lo que comentaba @Elanonimotranquilo sobre Macarena, para mí, el problema no es tanto ella como lo lineal de su personaje en la edad adulta. Llega con una mochila de traumas que apenas consigue empezar a vaciar en los últimos 5 minutos del último capítulo, así que no hay evolución en su momento vital (ni interpretación). Incluso la reacción de su entorno (hola marido) es poco verosímil. Y la explicación de lo que le ocurrió desde que sale de su hogar hasta casarse, insuficiente.
Lo mismo le ocurre al personaje de Enric, que, aunque su interpretación es buena, tiene la misma cara de cordero degollado desde el principio hasta la penúltima escena. Y lo mismo, saber cómo pasa de ser repudiado a tener una profesión y (según él, aunque parece todo lo contrario) tener muchos amigos.
Dicho esto, me reitero en mi opinión de que la serie funciona, con aciertos y desaciertos.
Con sus momento de aplauso y sus momentos de eye roll (lo del marciano es muy francamente). Y sigo pensando lo mismo, los Javis no inventan la pólvora (ni aquí ni en ninguno de sus proyectos) pero de algún modo, su forma de contar historias conecta bien con gran parte del público.