Y menos hits van a ser si los ignora. Hay singles de esta década que no han ido nada mal por mucho que cuatro agoreros digan que son flops, y que si ella pasa de ellos, poco van a ir calando. Siempre se enfoca en los mismos 10 clasicos...
Como muestra Candy shop, no es ni un single siquiera, pero la gente le ha empezado a coger cariño simplemente por el machaque que ella le ha dado.
Eso sí, otra cosa es que encajen en el contexto del concierto, pero vamos, aquí pegaba más Living for love que Like a prayer o Imagine (cantarle esta a la Clinton tiene tela). Ella a lo suyo, está claro.