Pues que se aleje, pero que renuncie entonces al tratamiento de alteza real, que renuncie al cargo de Princesa del Reino Unido que figura en el pasaporte, que renuncie al pasaporte diplomático que le garantiza no someterse al control en los aeropuertos, a la asignación que recibe su marido de parte de la reina y a la casa que acaban de remodelar en los jardines de Windsor. Y así que se aleje como quiera.
Con lo calentitas que están las cosas últimamente y la gente cuestionando continuamente el papel de la monarquía, si quieres las lentejas las tomas y si no, bye.