los nombres conocidos que aparecen en los créditos de este disco son tantos que probablemente tendríamos que pasar un fin de semana entero comprobando que no nos hemos dejado a nadie en los “tags”, aunque la pregunta es sobre si todos ellos despunta la personalidad de Lopez más allá de su pandero y de sus vídeos bien llenos de brillantina, pedrería y muslamen.