Mientras dura la cría el macho aporta todas las presas, comiendo él antes de dejarlas en poder de la hembra, que es quien ceba. Se calcula que una nidada con tres pollos de Aguila Pescadora necesita el aporte de 400 a 600 peces, que el macho lleva hasta el nido o sus cercanías. Los jóvenes pronto comen ellos solos picoteando en los restos de pescado que abundan en el nido. A los 55 días del nacimiento ya vuelan a los acantilados próximos o a los árboles cercanos y pronto empiezan a pescar, manteniendo el nido como posadero hasta que comienza la emigración.