Es verdad, pero eso se podía preveer de antemano. Con el primer concierto el 30 de marzo, avisar el día 8 es forzar a muchos fans que han comprado vuelos, reservado hoteles, etc. a perder dinero.
No estaría de más incorporar garantías de cancelación en las entradas para conciertos de figuras como esta señora o Azealia, que siempre son una lotería.