Al hilo de la polémica Manrique/Sabina vs Rockdelux, copio texto de un clobaorador de efeme.com
"Leo el valiente artículo de Diego A. Manrique a cuenta de “Rockdelux” y su número conmemorativo y la ausencia de Joaquín Sabina y “19 días y 500 noches” entre los trescientos discos esenciales de los últimos treinta años. Con toda la admiración hacia la revista, con todo el respeto a su trayectoria, estamos otra vez ante los problemas derivados de una juventud exhausta que confunde estilo y gusto, incluso buen gusto, con tontería.
No he leído el ejemplar citado (no ha llegado a Nueva York) pero cuentan que también faltan Extremoduro, Bunbury, Rosendo… Todavía recuerdo las risas que se echaban a cuenta de Los Rodríguez e, incluso, “Alta suciedad”. Luego llegó “Honestidad brutal” y ante la evidencia de un ridículo cósmico hubo que envainársela y decir “Oye, oye, gran disco, fantástico, aunque no como las birrias previas: menuda mierda ‘Alta suciedad’, ¡dónde va a parar!”. Imagino algo semejante en EE.UU.: una revista que ignorarse, no sé, a Bruce Springsteen porque, uh, ¿qué tal porque suda?
Ni siquiera “Pitchfork”, en su abrumadora pose e infinita empanada, se atreve a tanto. “Rockdelux”, bajo la arboladura musical, cultiva un ramalazo o vocación cómica, competencia de “Mongolia” con menos cólera y más metáforas de a qué huelen las nubes y a qué saben los discos y mire usted lo modernos que somos, lo impertinentes y audaces, que nos pasamos por el forro al Sabina ese, ja, centralista viejuno con acento andaluz y rey del ripio y autor de canciones tan mediocres como (¡glups!) ‘De purísima y oro’. En el desprecio a “19 días y 500 noches” detecto un sectarismo que de tan barcelonés resulta españolísimo"