Me parece un quiero y no puedo.
Y lo peor es que hay momentos (713 Creeks, 33 God) que sí que creo que son brillantes. Pero mi sensación con el disco entero es que bajo el envoltorio místico-simbólico-vanguardista no hay nada sólido.
Yo escucho Michicant de este señor y luego me pongo algo de la segunda mitad de 22, a Million y pues... no hay color.
Y el disco lo tiene todo para fliparme, eh, o sea, está hecho como a mi medida. Pero no. Más pena me da a mí. Sorry :(