A mí, pese a lo desafortunado, y creo que ya lo dije ayer, me pareció desmedida la reacción de Víctor e, incluso, la decisión del programa (me parecería más honesta una expulsión por sus comentarios tratando de inclumplir su contrato con mentiras). Tristemente, la opinión de los Chunguitos existe, está, y por eliminarla no desaparece. El camino es el diálogo y mostrar que nuestras vidas son iguales. Pero claro, Víctor encarna millones de cosas reprochables, que si bien responden a un prototipo gay, son reprochables como persona. Todo muy equivocado y muy aburrido, de verdad.