La Trotona de Pontevedra es mucho más nefasta que Aznar, por mucho que a la gente le cueste admitirlo. Pero en todos los aspectos, además. Por lo menos el otro centró el partido en la economía -debate aparte es la política económica- y no en dar la matraca mañana, tarde y noche, con abortos, mariconeos, divorcios, etc... Rajoy, como buen incompetente sin una puta idea política, utiliza los asuntos morales como cortina de humo.