Ese paternalismo, del que yo misma caigo, se debe un poco pues a la emoción de romper con la tónica general de series españolas y que encima esté bien resuelta, no sólo con la idea, evidentemente no vería algo si no me gustase, el problema es que esa emoción se ha transformado inconscientemente en todo un movimiento alrededor, pues algo exagerado diría, porque la serie no es un Juego de Tronos, está bastante verde en temas más de acción, técnicos vaya, pero abre mucho la veda para otras futuras series donde tomen más en consideración otros perfiles de espectador.