Son más malos que regalarle a un padre una noche con Mar Saura. Por favor.
Y Quico Alsedo es un subnormal de los que desgravan a la empresa que les contrata, pero cuando está sembrado es de justicia reconocérselo, y lo de "Cuando Pucho -que así se llama el chaval- se pone trémulo, cuando ha desayunado demasiados gladiolos, cuando se ha pasado toda una tarde observando una maravillosa puesta de sol, el tipo es un Bono con voz de ardilla" me ha hecho descojonarme.