Acabo de salir del family show de la primera semifinal. No quiero mojarme mucho, pero diré que Armenia me pareció tremenda, y casi muero quemado por una llamarada. El ruso -al que apenas sacan a eventos promocionales- sorprendentemente amable. Croacia ha afinado toda la canción y esa nueva nota aguda la vuelve a colocar -creo- en el top10.
El show está muy bien conducido, producido, y el escenario da bastante juego. Las estructuras del techo, por ejemplo, bajan y suben en función de la actuación. Ha sido curioso ver a los realizadores, el teleprompter (nota: Petra improvisa de vez en cuando), los legendarios ventiladores de Eurovisión -que van con un operario por ventilador- y los momentos entre actuación y actuación, con 20 operarios quitando y poniendo cosas del escenario, y los aristas ahí, a oscuras, esperando a que suenen los primeros acordes. Sólo por eso ya ha valido la pena venir.
Si podéis ver el espectáculo del interludio (que dudo que RTVE emita), está bastante bien.