No, no es una cuestión de belleza.
Cuando digo lo de hostiable es por su actitud. No sé cómo explicarlo, pero su personaje (muy bien creado) consigue crisparme. Sus decisiones y su actitud ante todas las situaciones que se le plantean son antagónicas a mi forma de ser. Pero a su vez, es guay que un personaje provoque eso.