No te creas que me piropeaban mucho...Pero algo que me relajaba mucho era imaginarme asesinando a los clientes impertinentes de las formas mas violentas. Habia veces que me quedaba dos o tres minutos embobado pensando de que manera sufririan mas. Lo pensaba y ya se me iba el cabreo. luego soy inofensivo, creo yo.