No voy a ser yo el que niegue que hay mucho postureo en su pose feminista y pro-black-rights pero Lemonade gira en torno a un hombre que es su marido, que resulta que es una parte importante de su vida al igual que su hija, su dinero y sus pelucas. A ver si ahora todos los discos de amor/desamor de mujeres van a ser anti-feministas